El potencial económico y social del turismo accesible fue el tema de la conferencia impartida por Pedro Rosinha, presidente del Instituto Amores Fati, y Martha Rosinha, vicepresidenta de la organización, en el Espacio Diversidad de Festuris, la Feria Internacional de Turismo de Gramado.

Amores Fati, una organización sin ánimo de lucro, surgió de la trayectoria de Pedro, que tiene parálisis cerebral, y de su madre, que transformaron la experiencia cotidiana y los retos en un propósito. Juntos, madre e hijo inspiraron la creación de una institución dedicada a promover la concienciación y la inclusión para un futuro más accesible para todos.

Durante la presentación, Martha Rosinha mostró datos e imágenes que reflejan los errores y aciertos en relación con la inclusión y llamó la atención sobre la importancia de una visión más sensible y amplia sobre el tema. «Muchas personas desconocen esta información, pero una de cada cuatro personas tiene una discapacidad en el país. Todos somos iguales y todos somos diferentes», destacó Martha.

También destacó que el turismo accesible va mucho más allá de las adaptaciones físicas. «El sector aún debe comprender que la accesibilidad no consiste solo en cumplir con la ley y adaptar un espacio. Se trata de comprender lo que la persona experimenta, cuáles son sus necesidades, y ofrecer una experiencia completa, como tantas otras que encontramos aquí en Gramado», afirmó.

La ponente recordó que el concepto de accesibilidad abarca a públicos diversos, como familias con niños pequeños, personas mayores y personas con obesidad, y no solo a personas con discapacidad. «El turismo accesible no es solo para personas en silla de ruedas. Todos tenemos limitaciones o necesidades específicas, y el sector debe acoger estas diferencias», afirmó.

Inspirado en la filosofía del Amor Fati —«amar el destino tal y como es»—, el Instituto defiende la aceptación de la vida en su totalidad y la construcción de una sociedad inclusiva, con empatía y respeto por las diferencias.